Tecnotrabajos es un proyecto que lancé hace no tanto, pero que estuvo gestándose mucho tiempo y cerca estuvo de no ver la luz.
Recuerdo que cuando empezamos a darle forma a la idea con Juan Luis (que no pudo quedarse en el proyecto) mencionamos muchas veces a Loogic y yo siempre quise encontrar la manera de poder integrarlo en el blog de Javier.
Como no fue un proyecto al que le di mucha prioridad en su momento y en el que además habíamos varias personas involucradas, perdimos el tren y una mañana vimos que Synerquia estaba en Loogic de la manera que a mi me hubiera gustado estar. No tiré la toalla, seguí con el proyecto, suavemente pero de forma constante hasta encontrar la oportunidad adecuada.
El motivo por el que tenía esa fijación por Loogic es sencillo. Es imposible hacer crecer un tablón de trabajo sino tienes anuncios, buenos anuncios y creo que Loogic es uno de los sitios de referencia para muchos emprendedores que demandan tecnotrabajadores.
Lo que me impulsó a retomar conversaciones con Javier, aparte de una situación financiera recientemente mejorada, fue la confirmación de que alguien ya trabajaba gracias a un anuncio en tecnotrabajos, cuando apenas se habían publicado unos 50 en su breve existencia. Además, no es que haya preguntado a todo el mundo que puso un anuncio, sino que pregunté a una sola persona y me dijo que ya habían seleccionado a alguien y que con un anuncio anterior también habían tenido candidatos interesantes.
Así que ahora, ya hace unos días que estamos en Loogic, el ritmo de publicación de anuncios ha mejorado y poco a poco iremos trabajando para ir posicionando y mejorando tecnotrabajos.
Mañana vamos a implementar algunas mejoras invisibles, relacionadas con el proceso de publicación, que si bien queremos mantenerlo sin registro, había inconvenientes en los casos en los que los anunciantes escribían algo mal, querían modificar o borrar el anuncio.
Finalmente, en breve saldré a la búsqueda y captura de nuevos acuerdos que puedan beneficiar a tecnotrabajos, ya tengo algunos en mente, pero quién sabe, a lo mejor no he tenido en cuenta tu sitio. Si crees que puedo estar interesado, deja un comentario :)
Qué complicado resulta a veces reconocer errores pasados, publicar la cancelación de proyectos o simplemente decir me equivoqué.
Creo que en mi caso se trata de una actitud que tenía, la de creer que más adelante ya buscaría como completar o corregir lo que dije en el pasado y la incomodidad que producen algunos comentarios a los que antes les prestaba mucha más atención de la debida.
Además, estos errores proveen una experiencia mayor que la que se obtiene de los aciertos y se convierten en enseñanzas que uno podría compartir.
Si me pusiera a actualizar las iniciativas de estos últimos seis años y medio tendría material para escribir diariamente durante un par de meses. Pero no quiero usar esto como excusa para seguir sin reconocer errores, así que voy a aprovechar para explicar los que resultaron más instructivos:
Feedness
Nuestro extinto lector de feeds fue un curso de postgrado para mi. En algunos momentos se sumaron tantos errores por mi parte que sería casi imposible repetir una gestión tan mala.
Fue un proyecto que tuvo una buena ejecución inicial, nos puso en el mapa y nos consumió pocos recursos.
El error más grande que cometí con feedness fue no saber cómo y cuándo matarlo y fue el origen de todos los errores menores que cometí después.
Hubo un momento en el que feedness había cumplido su función, que era la de darnos a conocer. A medida que el volumen de trabajo se fue incrementando, el tiempo que podíamos dedicarle era prácticamente nulo y en ese momento tenía que haber tenido la sangre fria de deshacerme del proyecto. Aparte, lo más curioso es que es un proyecto que facilmente podría haber malvendido y tampoco lo hice, dejando que el orgullo rigiera sobre el sentido común.
Finalmente, jamás hice lo que estoy haciendo ahora, escribir una línea en la que confirmara el cierre del proyecto y explicar de forma abierta los motivos que nos llevaron a hacerlo. Más vale tarde que nunca.
9rules
Hace unos años conseguí que admitieran un blog mio en 9rules. Era un proyecto interesante que me sorprendió y en vez de concentrarme en sacarle jugo cometí el error de querer compartir la experiencia con blogs de habla hispana. Ese fue mi único error en este caso, pero fue tan grave que afectó la trayectoria de este blog de forma decisiva.
Me produjo un desencanto tan grande el salvajismo generado por las envidias que sumado al desinterés de los dueños de la iniciativa me hicieron repudiar la iniciativa. Pocas ganas me quedaron de bloguear después de aquello.
Aprendí que una gran mayoría de amiguetes del entorno de los blogs no lo eran, que primero hay que velar por los intereses propios y solamente una vez que estos están seguros puede arriesgarte a compartir. Vamos, que no puedes tener una actitud de “give back” cuando todavía no has recibido nada.
Maltratos al blog y a los lectores
Cuantas perrerias le he hecho a este blog. Entre otras cosas, lo mudé en su día a studio.st, lo maté, lo resucité, me llevé contenidos personales a un blog aparte, contenidos 2.0 a otro más. Finalmente, parones y más parones. Llegó un momento en el que me ponía delante del wordpress y me parecía no entender de qué iba todo esto de los blogs.
Me cuesta explicarlo después de mirarlo desde donde estoy ahora, los errores son evidentes pero en su momento no era así. No se, no puedo sino agradecer que haya gente que tuvo la paciencia de mantenerme en su lector de feeds con la esperanza de que lleguen tiempos mejores.
Cuánto tiempo me tomo reconocer el error más repetido durante estos años, prometer que iba a escribir más o a hacer no se qué… Es tan fácil y barato prometer en un blog que pasa un poco como cuando uno se pone a usar la tarjeta de crédito a loco.
Para terminar esta nota me gustaría aclarar que mi único objetivo es apaciguar mi conciencia, sacar unos cuantos esqueletos del armario y poder seguir adelante sin ese lastre. La única duda es si esta anotación se convertirá en otro error digno de ser mencionado en la lista, lo que lo convertiría en mi primer error autoreferente. :)
Ha sido hoy que por casualidad, mientras leía una nota que había escrito para mi mismo, me di cuenta que estoy acentuando las palabras de la manera que se pronuncian aquí en Uruguay.
El tema del acento me ha tenido en jaque mucho tiempo. Después de haber vivido 26 años en España es normal que me identifique con ese país (a pesar de apellidarme Kobylanski Gibson y haber nacido en Buenos Aires) y cuando llegué a Uruguay hace algo menos de cinco años me prometí esforzarme por mantener el acento. Hay días que parece que lo consigo y otros que no tanto, pero no fue eso lo que me puso en jaque, sino que fue mi hijo de dos años y medio, que ya habla bastante bien, el que me puso los pies en la tierra con sus: !vení!, acá, bajá y especialmente con su shhhho y su shhhha (yo y ya).
Creo que es momento de ir aceptando realidades, que dejé España atrás y que por más que lea El Mundo a diario y siga con fervor a la selección y al Atlético de Madrid, eso quedó atrás, estoy aquí y sin planes de volver (por ahora). Mis hijos han nacido aquí y sin pretenderlo he continuado una tradición, ya que son la cuarta generación que se va a criar en un país distinto que en el que se criaron sus padres.
No sólo eso, sino que además de orientales (como se autodenominan muchos uruguayos) les hemos dado la nacionalidad alemana (de la madre), aunque creo que es mejor no hurgar en los detalles que me llevaron a tomar esa decisión.
Podría parecer que todo esto que cuento es curioso o interesante, pero en realidad fue desconcertante, al menos para mi. Es duro sentirse desarraigado, no es fácil no tener claro cuál es tu patria, tu ciudad, tu barrio. Me costó mucho, o mejor dicho, me lo pusieron difícil en su día poder sentir eso por España, por Madrid o Pozuelo, porque, pese a que todo ha cambiado mucho en los últimos años, en un entorno en el que todo el mundo se llamaba José, Pablo, Juan o el nombre castizo que corresponda no era fácil ser Walter Kobylanski y el sentimiento de pertenencia siempre será difícil consolidarlo sin la aprobación de quienes te rodean.
A los 18 años llegó el día que me tocó jurar la bandera, recibir la carta del servicio militar 15 días después (para que luego digan que la burocracia no es eficiente) y conseguir salvarme por los pelos. Después de ese momento seguía gritando igual cuando Kiko, Raúl o el seleccionado que correspondía metía un gol o cuando Zubi se los dejaba meter, pero ayudó, ese maldito papelito terminó de solidificar el sentimiento.
Por otro lado, me gusta de Uruguay que todos somos descendientes de no uruguayos (si subimos 2 o 3 generaciones), lo que nos hace más iguales a todos y, coincidencias de la vida, eso es porque los españoles en su momento lograron que este sea el único país sudamericano sin población indígena después de exterminar a los charrúas. Es casi irónico, que el país que siempre me negó poderme sentirme 100% parte del mismo haya favorecido, en el pasado, que ahora me sienta cómodo aquí.
Me pregunto, dentro de 20 o 30 años, si sigo vivo y en Uruguay, ¿me sentiré uruguayo?. No creo.
Eso no signfica que no quiera este país, el aprecio existía antes de radicarme aquí, pero mi conclusión es que somos del lugar que nos crió, en mi caso España y en el de mis hijos probablemente Uruguay, algo que me reconforta, porque tengo la certeza que aquí, te llames como te llames o tengas el color de piel que tengas, es más fácil ser uno más.
Albergo la esperanza que mis hijos no pasen por lo mismo, pese a que estamos convencidos que en cierta forma repetiran nuestra historia. La esperanza surge porque hay quienes parecen haber logrado sentirse ciudadanos del mundo y porque Uruguay es la tierra prometida de los desarraigados de habla hispana.
Yo intenté sentirme cosmopolita y no pude. Mientras esté aquí seré un orgulloso gallego (calificativo que los uruguayos dan a los españoles, sean de Galicia o no) y de hecho, probablemente nunca consiga sentirme más español que viviendo en Uruguay mientras, poco a poco, pierdo mi tan querido acento.
Colchonero y desarraigado, la parte triste de mi vida. ;)
Estas últimas dos semanas han supuesto un cambio importante para mi familia. Hace exactamente 15 días que nos confirmaron que nuestro bebé Lucas tiene una perdida auditiva de 100 decibelios, lo que en términos cotidianos se conoce como sordera profunda.
Las primeras horas después de haber recibido la confirmación fueron las más difíciles, de hecho, fueron las únicas difíciles. Dentro de uno surgen dos sentimientos que hay que combatir, que son el miedo y el victimismo. El miedo es fruto de la ignorancia y la falta de conocimientos que uno tiene en el primer momento y si sabes usar Internet es fácil combatirlo sentándose a leer, a leer más y a seguir leyendo y leyendo durante días.
Lo más nocivo es el victimismo, el querer parar el mundo porque te han dado una mala noticia. Es una actitud que gracias a los buenos consejos de mi padre pude revertir en cuestión de horas y cambiarla por otras mucho más sanas: la esperanza, la confianza de que vamos a estar bien y ser conscientes que pese a todo seguimos siendo sumamente afortunados porque tenemos los medios para hacer frente a la situación.
Ahora que han pasado 15 días he podido resolver dudas importantes, como por ejemplo saber si Uruguay es un país en el que pueda hacerse frente a esta situación de la misma manera que podría hacerse en España o Estados Unidos. Para mi sorpresa, puedo decir que aquí las cosas están muchísimo mejor de lo que me hubiera imaginado gracias a uno de los recursos que más aprecio del país: la calidad humana. Siento como si mi apuesta por venir a Uruguay hubiera dado frutos adicionales en lugar más inesperado. Existen las mismas tecnologías que puedo encontrar en España, si falta algo se puede importar, pero hasta ahora hemos encontrado siempre a un magnífico profesional que se solidariza con nosotros.
Pese a que a nadie le alegra la noticia, soy consciente que es una experiencia que fortalecerá a la familia en vez de debilitarla, que lo vivido en los últimos días redefine todos los criterios con los que juzgaba los problemas y de ahogarme en vasos de agua paso a sentirme cómodo y confiado en el océano.
He visto con cuanta gente podemos contar y la claridad con la que se puede reconocer a quienes te quieren y se preocupan por nosotros. También descubro que lejos de sentirme débil o afligido hay mucho más ímpetu y energía en mi, que la responsabilidad añadida no pesa sino que te alienta a ir a más.
En fin, si tuviera que sacar una conclusión, esta sería que entre todas las cosas malas que nos podrían haber pasado, esta es la mejor de todas.
Hace unos días di con este video de una charla que dio Wil Shipley, cofundador de delicious monster, donde se tratan con mucha profundidad y detalle aspectos esenciales en el proceso de venta de software para mac online, aunque creo que se puede aplicar a casi cualquier producto intangible que se venda en internet.
Lamentablemente hay que saber inglés y disponer de una hora y media para verlo entero, pero vale la pena, Wil es gracioso y toca temas intersantes, como la creación del “hype”, como no combatir la piratería, como anunciarse, etc.
Lo bueno es que el video está colgado en viddler y puedes saltar directamente a las partes más interesantes, que a mi gusto es la parte que el llamó Be a software slut (se una “zorra” del software) en el minuto 00:25:50.
Hace algo menos de un mes se produjo un cambio en los términos y condiciones de Adsense, que tal y como explicaron Rubén y Mariano, nos obliga a tener una política de privacidad que siga estas pautas:
Usted deberá aplicar y cumplir una política de privacidad apropiada donde se especifique claramente que otros terceros podrán incluir y leer cookies en su navegador de usuario, o utilizar web beacons para obtener información mientras se muestran los anuncios en su página web. Su política de privacidad deberá incluir asimismo información relativa a opciones de usuario a efectos de gestión de cookies.
La solución copy-paste con licencia Creative Commons
Por último, no os olvidéis de modificar el contenido de la política para que se adapte a vuestro sitio. Yo ya la he puesto en este blog y aquellos que tengan anuncios de adSense deberían considerar seriamente hacer lo mismo.
Usar un sistema de control de versiones cuando estamos desarrollando un proyecto web entre varias personas (site, aplicación, theme, etc.) es la opción más recomendada si se quieren evitar problemas de coordinación de distinta gravedad.
Subversion (conocido también como SVN) es un sistema de control de versiones concurrentes que nos aporta unas ventajas notables si estamos trabajando en equipo, aquí cito algunas:
Nos aporta un respaldo (backup) solido para nuestro proyecto, pero no sólo de la última versión, sino de todas las versiones que hemos ido subiendo al repositorio
Es una fuente valiosa de información, permite saber qué han estado haciendo otras personas, qué ficheros tocaron y si se documentan mínimamente bien los progresos disponemos de un historial detallado de como hemos ido construyendo nuestro proyecto. Yo me puedo ir de vacaciones y saber a la vuelta que se hizo cada uno de los días que no estuve
Mejora la coordinación sin necesidad de comunicarse directamente entre miembros del equipo de desarrollo. Por ejemplo, si estamos trabajando con un fichero concreto podemos bloquearlo para que otros no puedan trabajar con él y si nos olvidamos de hacerlo, no hay riesgos de sobreescribir el trabajo de un compañero
Lo curioso es que sabiendo todo esto nosotros tardamos mucho en implementarlo en el equipo y, aunque me de vergüenza reconocerlo, al final uno se acostumbra a hacer las cosas mal.
En las siguientes páginas explico lo que tuve que hacer para instalar subversion en Mac y mostraré además como Beanstalk resulto de gran ayuda en el proceso.
En apenas un ratito he visto ya unas cuantas notas acerca del la inversión que Varsavsky ha hecho en Hipertextual. No es mi intención sumarme a aquellos que se desesperan por saber cuánto dinero invirtió, sino que me gustaría dar mi visión personal de lo ocurrido.
No me da miedo afirmar que Eduardo lleva más tiempo que nadie (en el entorno hispano) “en esto de los blogs”. Si no son ocho, son al menos siete años seguidos dándole, de forma constante e ininterrumpida. En su haber tiene iniciativas como bitacoras.net, el primer “portal” hispano dedicado a los blogs, unos cuantos premios y reconocimientos internacionales y miles y miles de anotaciones y comentarios.
No puedo por tanto pensar en alguien que se lo haya merecido tanto. A todos aquellos que piensan “le toco la lotería” les puedo asegurar que pese a que Eduardo no tiene todavía 30 años, hay mucho sacrificio personal y esfuerzo detrás de este logro.
En el caso concreto de Hipertextual, tengo la certeza que su mayor acierto fue contar con Manu (otro joven veterano). Es importante tener un buen equipo a tu lado, pero mejor aún es tener a alguien que comparta tu pasión y tus ambiciones. Mis respetos a Manu y al resto del equipo también.
Creo que lo ocurrido es uno de estos ejemplos de lo que se puede conseguir en Internet si uno se lo propone. Eduardo además ha jugado bien sus cartas y en este aspecto las valoraciones son subjetivas, le dio rienda suelta a su ambición, supo hacer ruido, fomentar contactos con personas que pudieran serle de utilidad y siempre teniendo muy claro lo que quería. Resumiendo, estaban todos los elementos de lo que yo considero la fórmula del éxito:
Ambición + Huevos + Tenacidad + Objetivos claros
Siempre hay que admirar a las personas que consiguen lo que se proponen, son un ejemplo para aquellos que tienen las mismas prioridades. Tampoco hay nada que envidiarles, muchas otras personas consiguen ser exitosas también, lo único que en estos tiempos tan capitalistas parece que el dinero fuera el único criterio para juzgar el éxito, cuando en realidad la única diferencia que existe entre las personas que se consideran exitosas son los objetivos que eligieron cumplir. Yo, sin ir más lejos siempre quise formar una familia y a mis 30 años ya somos cuatro viviendo en casa, pero obviamente eso no es algo que de que hablar.
En cualquier caso, a lo que iba, es que no hay que tenerle envidia, uno sólo puede alegrarse por comprobar nuevamente que aquellos que la siguen la consiguen y aprender a usar eso a nuestro favor.
Hace ya bastante tiempo que en el estudio nos centramos a trabajar con clientes y progresivamente fuimos perdiendo la capacidad de generar proyectos propios. Esta iniciativa que presento en esta ocasión, tecnotrabajos se gestó hace algo más de un año con Juan Luis y Matias. Lamentablemente el exceso de trabajo nos impidió lanzarlo antes y al final no me quedó más remedio que terminar adueñándome del proyecto para poder lanzarlo (era una lástima tirar el diseño ;).
En el estudio estamos determinados a cambiar la situación, tenemos ganas de, en la medida de lo posible, volver a gestionar pequeños proyectos propios y nos parece que este era el más indicado para comenzar. ¡Que bueno sentir de nuevo esa emoción!.
¿Qué es tecnotrabajos?
Es un tablón de anuncios muy verticalizado, exclusivamente enfocado a aquellos que ofertan y/o demandan empleos y proyectos freelance para profesionales de la Red. El diseño es sencillo e intuitivo, muy navegable y en cuanto haya más anuncios publicados podremos poner en marcha más cosas: el tag cloud, más categorías (SEO será la siguiente), filtrar geográficamente, twitter, etc…
Aprovecha que estamos de lanzamiento
Los primeros anuncios (legítimos) que se publiquen en cada sección serán destacados, para que tengan mayor visibilidad y duración. En estos primeros días necesitamos vuestra ayuda, si conocéis a alguien que necesite publicar un anuncio no dejéis de recomendarle nuestro sitio, a fin de cuentas, es totalmente gratuito.
En fin, queda abierto el proyecto. Apreciaremos vuestras sugerencias y comentarios, pero ante todo, agradeceremos vuestro apoyo en estos primeros días.
PD (un poco offtopic pero no podía olvidarme): Felices 6 años de vida html life :)
Gracias a los que nos están apoyando
Iremos actualizando a medida que encontremos más, apreciamos mucho la ayuda en estos primeros días:
Ayer por la noche colgamos el nuevo diseño que hicimos para Mariano y su blog, denken über, que probablemente sea el más influyente de Argentina.
Es mucha responsabilidad la que uno siente cuando rediseña algo para un amigo y la cosa se complica cuando te piden “quiero algo sencillo y limpio”.
Aparte del pedido específico de Mariano yo tenía otra meta en mente, ayudar a potenciar la identidad del blog y es que, pese a la longevidad del blog, creo que era algo de lo que caercía. Al final, yo al menos, estoy satisfecho con el resultado y el feedback ha sido positivo (y abundante). Por otro lado, a lo largo de la semana nos aseguraremos de pulir los detalles pendientes (y los que puedan surgir) como suele ser normal en estos casos.
Hay un tema aparte que quería comentar. Cuando surgió esta oportunidad le comenté a Mariano que estaba contento ya que por fin iba a tener la posibilidad de rediseñar un blog de prestigio y recordar a muchos que fuimos prácticamente los primeros en hacer esto de forma profesional (en el entorno hispano). En los últimos tiempos se han visto iniciativas diferentes sobre las que nunca dije nada (me enseñaron a callar cuando no hay nada bueno que decir) pero definitivamente tenía una espina clavada.
En fin, esperamos que sea el primero de muchos y antes de que me olvide, agradecer a Mariano por la confianza depositada en nosotros.