Después de leer acerca del nuevo posible destino de Ya.com, mucho menos alentador que la compra por parte de Vodafone, me puse a explorar con el “modo nostalgico ON” y di con este video:
Maldito (no va en serio) el que puso esa música de fondo, no recuerdo haber sentido nunca tanta nostalgia viendo un video. Creo que todos los que estuvimos ahí durante esas fechas invertimos muchas emociones en el proyecto y aunque ahora estemos desvinculados, no podemos evitar sentir pena por lo que ha acabado pasando.
Esa época que tuvimos en Ya.com no se puede explicar, había que vivirla y yo siempre me consideré muy afortunado de haber estado allí y sobre todo, haber conocido un poco a todas esas personas.
Por cierto, si hay alguno que tenga la foto de todos en el vending, que por favor me la pase.
Actualizado: Ya tengo la máquina y pese que al final se retrasaron incluso más de lo que decía la anotación, se ha dado una serie de atenuantes que moralmente me hacen sentirme incómodo dejando la anotación tal cual, por lo tanto la anotación quedará editada de forma que no perjudique más a la empresa en cuestión.
Estoy con un cabreo inmenso encima. Es increible la mentalidad de algunas personas y lo poco que cuidan los negocios. Es algo típico cuando contratas a la personas equivocada para que cuide algo ajeno.
Hay una empresa aquí,que lleva ya un par de días de retraso en la entrega de una máquina. Se suponía que hoy ya por fin después de poder intercambiar componentes que habían pedido o enviado mal, tendrían mi máquina lista. Hace un rato me llamaron como si nada para decirme, que no, que hoy tampoco, que ya no daba tiempo. Sólo les faltaba cargar el S.O. y los drivers. (Al final resulta que el problema venia de que la mother no era compatible con el procesar, porque era la primeta vez que vendían dicho procesador)
Yo me dedico a un negocio en donde casi tan importante como lo presupuestos son los plazos. Yo hago todo lo posible para manejar esos plazos lo mejor posible. Cuando se que un plazo no da, algunos habituales podrán confirmarlo, sencillamente aviso que no tengo disponibilidad y punto.
Ahora bien, hay veces, nos pasa a todos, nos equivocamos con esos plazos.
Cuando te equivocas con un plazo, no le puedes trasladar el problema al cliente y quedarte tan contento. Bueno, si pueden, pero es una manera ideal para perder un cliente.
Yo llego al punto de poder explicar y representar gráficamente como resuelvo los problemas de sueño que se producen normalmente como consecuencia de plazos ajustados. Estos tíos son incapaces de decirle a uno de sus técnicos: quédate una hora más, mañana vienes una hora más tarde.
Me molesta además, porque ellos normalmente venden torres de un importe entre 400 y 600 dolares (que es una pequeña fortuna en este país). Yo les he encargado una de 1.400 sin monitor, sin nada aparte de la torre y les da absolutamente igual.
Son estos detalles los que te permiten detectar facilmente a quién le irá bien y a quien no. De hecho, dadas las circunstancias, cuando se me pasa el cabreo inicial siempre acabo reconfortándome (un poquito) en la idea de que estas personas un día se preguntarán: ¿qué habremos hecho mal?.
Para poner todo un poco más en contexto, entiendo que esto es cosa del día a día en grandes ciudades como Madrid (donde algunos lo toleraban mejor que otros) o Barcelona, pero Punta del Este (y Maldonado, la ciudad colindante) esta época del año no llega una población estable de 200.000 personas y es rarísimo ir a una tienda de esas características y encontrarte con otro cliente al mismo tiempo. Creedme que aquí lo último que les sobra son clientes.
Finalmente, una vez que tienes la máquina y resulta tan buena como esperabas que fuera, todo se de forma más positiva.
A veces la mala suerte se acumula para caer toda de golpe.
Ayer, en mi familia, nos llevaramos un susto muy grande que, hasta cierto punto, nos salió barato ya que al final quedó en susto. Perdón que no de más detalles, pero hay buenos motivos para que no lo haga.
Luego, por la noche, se me ocurrió restaurar mi powerbook. Nunca lo había hecho antes, así que busqué los discos y en vez de usar el DVD de Tiger, usé los discos de instalación y restauración que vienen con el laptop, que vienen con panther, una versión más anterior de OSX.
Antes de instalar hice un respaldo en un disco duro externo firewire, donde además tenía otras cosas importantes.
Cuando termino el checklist y estoy seguro que tengo todo respaldado, inicio la instalación, selecciono el disco duro de mi powerbook para instalar y espero pacientemente. Mientras se está instalando me doy cuenta que el disco firewire sigue conectado, pero estaba seguro de que seleccioné el disco del portatil.
Al finalizar la instalación y reiniciar la máquina, algo me empieza a preocupar mucho: ¡¿el disco externo parecía estar corriendo el OSX?!. Estaba aterrado. La idea de que los dos discos se hubieran borrado casi me provoca un mareo (casi :P).
Lo primero que hago es confirmar mi sospecha al abrir el disco externo y ver que las decenas de carpetas que tenía ahí habían desaparecio y habían sido sustituido por una instalación de Panther. Afortunamente, descubro que el powerbook había quedado totalmente intacto.
Al parecer, por lo que me ha dicho un amigo, fuí presa de un viejo bug de Panther. ¡Joder!. Casi que prefiero los virus y el spyware de mi viejo PC.
Es la primera vez que tengo una perdida tan masiva de datos, unos 50GB.
Algunas cosas guardadas ahí tenían gran valor sentimental y quería rescatarlos. Al final acabé comprando una licencia de un programa llamado FileSalvage que me ha permitido recuperar unas cuantas cosas.
Creo que conseguí rescatar la totalidad de las fotos. Con los videos no hubo tanta suerte. Lo peor de todo es que no he podido rescatar ni un sólo Zip y apenas unos pocos ficheros comprimidos en otros formatos.
En fin, dia de mie…, noche de mie…, menos mal que ya es viernes.
La palabra rutina suele llevar asociada una connotación negativa. Hay expresiones que hablan de huir o escapar de la rutina, como si esta fuera Alcatraz.
La mala fama que tienen las rutinas surge de que normalmente es algo que la vida te impone. Tienes que levantarte a esta hora, tienes tanto tiempo para desayunar, tienes que estar X horas en el trabajo, tienes tanto tiempo para cenar o te quedan X horas para dormir. Así todos los días.
Yo, lejos de vivir de forma rutinaria, me he propuesto tener una rutina también, pero eso sí, diseñada a medida, para que en vez de ser una carga o una prisión, sea una forma de hacer que mis días sean, dentro de lo posible, más productivos.
Creo que los beneficios que puedes obtener son inmensos, aquí dejo alguno de mis argumentos:
Es más fácil sacarle todo el jugo a tus tiempos de ocio, trabajo y sueño. Todos ellos quedan acotados a tu medida y a tus necesidades. También te facilita mantener un mejor equilibrio entre ellos, para no descuidar ni abusar de ninguno de ellos.
Puede hacer planes. Parece una tontería, pero si no sabes lo que vas a estar haciendo el martes de la semana que viene, es complicado saber si vas a poder ir al cine, tener una reunión o quedar a comer con tu mujer.
Al menos en mi caso, duermes mejor. Cuando no tienes una rutina, el final del día normalmente se utiliza para programar, más o menos, lo que se va a hacer el día siguiente. Ahora por las noches, tengo una preocupación menos, ya se, a grandes rasgos, lo que va a pasar al día siguiente.
Aprovechas mejor el día. Las rutinas, buenas y malas, tienen probablemente eso en común: están ahí porque la vida hoy te exige que rindas al máximo si no quieres quedarte atrás. Esto también refuerza el punto anterior: rindes más, tienes más sueño, duermes mejor.
Un detalle sencillo, pero importante: tener una rutina de forma voluntaria no pesa ni te amarga como el tener una rutina impuesta de la que parece imposible escapar.
Finalmente: si tu controlas tu rutina, la puedes cambiar cada vez que necesites incorporar o quitar algo.
Ahora pregunto: ¿y tú qué piensas?, rutinas ¿sí o no?, ¿por qué?.
Menudo pifostio más estúpido que se ha montado. Es increible, pero al final, las cosas son al revés de como deberían ser.
Eduardo, David, JL Perdomo, todos compañeros y amigos, tres personas por las que pongo la mano en el fuego, tres destacados emprendedores del ámbito blogueríl que en vez de juntarse, asociarse o ayudarse acaban metidos en un discusión un poco boba, y yo como un imbécil justo en medio.
Si es que hay día que parecemos metidos en una competición para ver quién puede tirarse más piedras sobre el propio tejado.
Nota original
Esta mañanita, muy temprano, mientras me tomaba un café leo una nota de mi buen amigo Eduardo: WordPress.es y Ferca.
Menudo dilema, ¿qué haces cuando una persona que aprecias se enfrenta con otra persona que respetas mucho?.
Normalmente lo normal sería no meterse y punto, pero no puedo evitar salir en esta ocasión a decir que me parece que la postura que ha tomado Eduardo no me parece muy oportuna.
Yo entiendo perfectamente que podría picarle la curiosidad y haber escrito una nota preguntándole a David si hay intención de hacer algo con el dominio. Aunque en ese caso, lo normal me parecería un mail.
También entiendo que tuviera un proyecto relacionado con wordpress entre manos y que en ese caso hubiera intentado comunicarse con David para preguntarle si había alguna posibilidad en que se llegara a algún acuerdo con el dominio. Una vez más, creo que es algo que se podría resolver en privado.
Ahora, lo que no entiendo, es esto:
¿Cuál es el interés de Ferca con WordPress.es, simple posicionamiento? — por qué lo registraron? — ¿por qué redirige a su weblog? — ¿por qué intentan aprovecharse así?
Yo conozco la trayectoria de David con Ferca, que tiene ya casi 8 años de historia. Antes de eso, hace unos 10 años, yo ya visitaba sitios de David, en especial, es gratis .net, un directorio de recursos gratuitos que fue creciendo muchísimo y que de hecho cambio de nombre con el tiempo.
Lo mínimo que se puede hacer ante semejante trayectoria personal en un entorno en que ambos comparten es darle el beneficio de la duda. ¿Acaso tenías de antemano la certeza de que no tenga un proyecto con ese dominio?. Yo sé que hay un proyecto y de hecho de forma muy reciente se me ofreció participar en él.
Eduardo, sabes que te aprecio mucho, pero me parece una actitud muy agresiva. No creo que usar los blogs de esta manera sea sano.
Yo veo los blogs como un espacio para el diálogo, un entorno en el que hemos podido establecer amistades (creo que así fue como nos conocimos). De hecho, tú sabes, porque ya te lo comenté en alguna ocasión, que cuando empecé a escribir blogs hace 4 años y medio, proyectos como Bitacoras.net y tu blog personal fueron mis sitios de referencia y precisamente por eso no puedo sino expresarte cierta preocupación al haber visto una nota que no termino de creer que hayas escrito tú.
En fin, como decía al principio, Eduardo, te tengo mucho cariño pero también respeto y admiro mucho a David, espero no haberte molestado, no era mi intención. Puedes tener la certeza de que si hubiera sido al revés, hubiera salido a defenderte de la misma manera.
No lo he podido evitar y he acabo siendo víctima del meme ese que te fuerza a acabar sacando fotos de tu escritorio. En este caso, el de la oficina, aunque faltaría el de casa, donde también paso mucho tiempo.
No soy de esos que tienen todos los gadgets desparramados por la mesa, a veces el móvil, pero justo en este caso estaba sacando la foto con mi Razr V3i.
Una vez más me toca enfrentarme al campo en blanco del formulario que uso para escribir las anotaciones. Una vez más los dedos perfectamente colocados ante el teclado. Una vez más el wordpress que ya huele a viejo y sin embargo, todo es tan distinto.
Hace años que fantaseaba con la idea de ser padre, papá. Me intentaba imaginar qué es lo que iba a sentir, cómo sería exactamente. De hecho desde hacía ya un tiempo que sentía que era ese “algo” que faltaba en mi día a día.
Y aún así, después de haberlo visualizado una y mil veces, todas esas fantasías jamás se acercaron ni un poco a lo que uno llega a sentir en el momento de la verdad, el instante en que sostienes por primera vez a tu hijo.
Te basta un segundo para que su rostro se quede totalmente grabado en tu mente, necesitas dos segundos para dejarte sobrecoger por esa extraña suma de fragilidad y potencial que sostienes en tus brazos y necesitas tres segundos para que definitivamente entiendas cuanto ha cambiado tu vida en un solo instante.
Tengo la certeza de que por mucho que intente esforzarme, quedaré muy lejos de saber expresar apropiadamente con palabras lo que ha sido esta primera semana con Nicolás, pero no temo escribir, por muy cursi que pueda quedar, que nunca pensé que se pudiera sentir tanto amor, con tanta intensidad en tan poco tiempo.
Con toda la tranquilidad del mundo puedo decir, que muchos antes que yo, hoy soy el padre más feliz del mundo.
No, no hemos cerrado, ni nos hemos cansado, ni nada parecido.
Ya me ha llegado algún que otro mail en el que me comentaban que estamos totalmente desaparecidos y quería avisar que seguimos por aquí, un poco desconectados por la obra en la oficina que ya está al 90% y porque yo he estado especialmente ocupado dejando todo listo para este lunes 19 de diciembre.
Sí, si todo sale bien y Dios quiere, el lunes seré además de marido, padre. Padre de un niño al que llamaremos Nicolás.
Como podrán imaginarse, hasta pasadas las navidades (26, 27 aprox) estaré bastante desaparecido, pero entonces volveremos con fuerza porque ya estará todo terminado (ya han llegado los nuevos equipos) y nos pondremos a lanzar los sitios y proyectos que tenemos pendientes desde hace semanas.
No obstante y a pesar de que no sea lo mejor para el negocio, es tanta la ilusión y la expectación que tengo para poder sostener a mi primer hijo que me da un poco igual si tardo un poco más en reaparecer, si se pierden visitas o proyectos.
Tengo claro que si algún día me preguntan, yo intentaré siempre ser (y en este orden): Padre, marido y emprendedor.
En fin, por si acaso, os voy deseando a todos felices fiestas, feliz año nuevo y espero que sigáis por aquí cerca cuando vuelva.
Hoy 25 de noviembre es el día sin compra (al menos en España) y esta es un de esas causas con las que simpatizo plenamente. A nadie le voy a decir que tiene que hacer con su vida, pero al menos creo que puedo compartir mi opinión y experiencia personal al respecto.
La foto que aparece sobre estas líneas proviene del sitio de la agrupación ConsumeHastaMorir. En su caso parece que la principal motivación para impulsar una actitud más coherente respecto al consumo parece provenir de intereses ecologistas.
En mi caso, yo defiendo esta idea aunque con objetivos muy distintos. Estando apenas a un mes de ser padre, me gustaría que mis hijos vivieran en un mundo mucho menos consumista y si más humanizado.
Hace 2 años dejé Madrid para venirme a Uruguay. ¿Cuántas veces me habrá tocado explicar por qué?.
Mi situación en la capital española, con mis 25 años cuando tomé la decisión, era lo que se podía considerar como excelente: Un muy buen empleo en Ya.com con bastante porvenir, 2 coches (el mío y el de Isabel), un piso del que había pagado ya los dos primeros años, salir todos los fines de semanas y la posibilidad de comprarme muchos caprichos.
Había conseguido tener una “vida estándar modelo full equipe” en un tiempo record. Sin embargo, sentía grandes inquietudes debido a algunos síntomas que me preocuban: Varias visitas semanales al MediaMarkt (tienda de gadgets por excelencia), con menos frecuencia pero lo mismo con Ikea, fantasear con coches que podría llegar a comprarme y sin embargo, nada me hacía más feliz que ese viaje anual a Uruguay. Esos increibles 15 días en el campo, en los que normalmente apenas veía la televisión, te hacían estar mucho más cerca de la familia y de los amigos.
Uruguay, esa palabra la tenía clavada como una espina en la cabeza. ¿Qué misterios ocultaba?
La última vez que vine con Isabel (en plan vacaciones), me bastaron apenas dos horas desde bajarme del avión para sentir que tenía que venir a este país y durante las dos semanas que estuvimos nos pusimos de acuerdo en hacer lo contrario que se suele hacer en estos casos: nos pusimos a buscar razones para no venir a vivir aquí.
El resultado fue revelador. Si de la lista eliminabamos los motivos relacionados con la vida consumista que teníamos, no quedaban razones para no hacerlo y fue entonces cuando entendí finalmente que tal vez ese era la causar por la cual este país nos atría tanto. Fue muy fácil tomar la decisión.
Bastante más difícil fue hacer pública la decisión. Las reacciones de algunas personas nunca dejarán de sorprenderme, hubo personas muy cercanas que reaccionaron mal, casi como si fuera algo personal. No fue sino hasta mucho tiempo después que llegue a la conclusión que en esos casos, nuestra decisión hizo tambalear los cimientos de sus vidas, por que a fin de cuenta, las “vidas estándar modelo full equip” tienen gran aceptación en cualquier “país desarrollado”.
No tengo nada en contra de ellas, pero a mi desde luego no me sirven, no cubren mis necesidades y sobre todo, no me motivan los más mínimo. Odiaba esa sensación de poder imaginarme lo que pasaría durante los siguientes 20 años de mi vida. Estoy seguro que con mucha exactitud podría haber calculado el número de veces que hubiera ido al cine, a la bolera, cuantos minutos de móvil consumiría y cuantas lavadoras iba a tener.
Hay personas que piensan justo al contrario y adoran esa sensación de seguridad. No se si es por que creen que es una forma de ver el futuro, por evitar pensar en sobresaltos que todas maneras tendrán (y para los que estarán menos preparados) o si es el efecto lobotomizador de la sociedad de consumo.
De todas formas, no puedo dármelas de heroe. Yo formaba parte de esa maquinaria perfectamente engrasada y no es fácil abandonar todas las viejas costumbres y aún así, resulta increible como ha cambiado todo.
Para terminar de entender qué es lo que realmente me fascina de este país habría que observar muchos detalles, como por ejemplo comparar pequeñas diferencias en los supermercados. Nunca vi tantos tipos de harina o en general tantos ingredientes para cocinar, en Madrid todo estaba ya listo y preparado para ser consumido en el acto.Ahora, ¡tendrían que vernos cocinar!.
En fin, ya para concluir, cuando uno da tantas veces la misma explicación al final se intenta sintetizar la respuesta elaborada en unas pocas frases o conceptos y para la pregunta de por qué me fui a Uruguay siempre suelo esta (además de otras que contemplan otros aspectos): estoy engañando al tiempo, Uruguay es como España hace 20 años, pero con conexión a Internet.
Hay miles de matices que no se contemplan en esa frase, pero dado que hoy es el día sin compra (se suponía que iba a escribir de eso) me pareció interesante dar mi punto de vista y respecto al día de hoy:
Si tienen que comprar algo, hagánlo, pero al menos dediquen un par de minutos a pensar en el tema, nunca se sabe.
Debe ser cosa del famoso mes de septiembre, de la crispación global o algo así, pero últimamente tenemos que borrar más comentarios que de costumbre por spam, insultos, trolls, mensajes repetidos, gente que no se entera de dónde está escribiendo ni ha leído el FAQ, y todo tipo de cosas.
El tema es que he escuchado historias similares en podcasts y en conversaciones recientes por messenger. Una nueva y más rara especie de Troll (antes buscaban visitas para su web, ahora ni eso) está agrediendo muchos sitios y en mi caso después de casi más de un año sin tener que borrar nada en las últimas dos semanas pareciera que me estuviera poniendo al día.
Yo no se que harán otros en su casa, pero quiero recomendar exactamente la misma política que han tomado en la mencionada anotación.
No me gusta la idea de moderar los comentarios porque le restan fluidez a las conversaciones, por lo tanto a partir de ahora hay politica de tolerancia cero ante trolls y si eso les molesta (a los trolls), les hago la misma recomendación que nos daba nuestro profesor de lengua en el colegio (un tipo genial por cierto): ¿por qué no os vais a daros de ostias con las dunas del desierto?.
Infancias infelices, vidas aburridas, problemas de autoestima, lo que sea, me da igual cual sea el origen de la agresividad de estos señores, pero a partir de ahora aclaro que cuanto más se esfuercen en comentar con actitudes cuestionables, más velocidad y práctica adquiriré borrando comentarios en todos mis sitios.
Finalmente y para otros autores con el mismo problema: ¿sería interesante que dedicaramos un pequeño esfuerzo para marcar a estos individuos con cookies mediante algún plugin?, ¿alguna otra propuesta?